En LA BRÚJULA INTERIOR, Alex Rovira Celma trata de explicar, a través de las cartas que una persona escribe a su jefe, el proceso que el autor mismo vivó durante seis años de búsqueda interior. De búsqueda para encontrar la dirección de su vida, su propia brújula interior.
Porque todos tenemos una brújula interior. Y, por encima de todo, tenemos el derecho (y casi diría que el deber) de encontrarla y seguir la dirección que nos marque. Tenemos el derecho (y casi la obligación) de encontrar nuestro camino y recorrerlo.
El diccionario nos dice que una brújula es un “instrumento que indica el rumbo de la nave”. En otro caso, la define como “lo que sirve de guía”. En cuanto a “interior”, obviamente significa “que está en la parte de adentro”, aunque otra hermosa definición que encontrarás en algunos diccionarios es “que sólo se tiene en el alma”.
Podríamos decir, por tanto, que hablar de la “brújula interior” es hablar de… “La capacidad que tenemos en nuestra alma de fijar el rumbo de nuestra vida y de asumir la responsabilidad de darle sentido”.
Esta ha sido desde siempre una preocupación del ser humano, pero ahora más que nunca tiene sentido buscar nuestra brújula interior. ¿Y por qué? Pues porque vivimos una gran, grandísima paradoja, a saber: tenemos más medios que nunca antes en la historia de la Humanidad para alcanzar la felicidad y, sin embargo, la infelicidad va en aumento.
La depresión se ha convertido en una gran epidemia y lo será más en el futuro, según los datos de la OMS (la Organización Mundial de la Salud). Nos pasamos la vida preocupándonos por todo: por la hipoteca, por las presiones en el trabajo, por asegurarnos un futuro, por acumular más y más cosas…
Porque vivir cuesta muy poco, pero podemos complicarlo tanto como queramos.
Estamos tan enfrascados en nuestro día a día, en nuestra pequeña prisión de cristal, que olvidamos nuestros deseos verdaderos, nuestros sueños, aquellos que gestamos cuando éramos niños.
Estamos tan enfrascados en nuestro día a día, en nuestra pequeña prisión de cristal, que olvidamos nuestros deseos verdaderos, nuestros sueños, aquellos que gestamos cuando éramos niños.
La Brújula Interior es un libro escrito desde el corazón, una invitación…
- a pensarnos a nosotros mismos y sentir lo que nos pide el alma, nuestro ser esencial.
- a encontrar, desde la reflexión y el sentimiento, otras personas que compartan nuestro amor a la vida.
- a desarrollar esa capacidad de amarnos que nos permite viajar rumbo hacia donde nos apetezca
- a tejer redes de afecto que nos permitan volar sin el miedo a la caída.
- a confiar y a reencontrarnos.
- y a escribir, cada cual de su propio puño y letra, el que desea que sea el guión de su vida.
En algunos casos, nuestra brújula interior será el único instrumento que nos ayudará a no perder el norte… Nuestro Norte.
Rezaba el oráculo de Delfos: “Conócete a tí mismo” Y Píndaro decía: “Sé el que eres”.
Si sumamos ambos consejos, quedaría algo así como: “Conócete a tí mismo, entonces serás quien en verdad estás llamado a ser”. Y vivirás tu vida… TU VIDA.
Si sumamos ambos consejos, quedaría algo así como: “Conócete a tí mismo, entonces serás quien en verdad estás llamado a ser”. Y vivirás tu vida… TU VIDA.
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